El precio de las cosas y su valor son dos conceptos muy relacionados pero distintos. Cuando hablamos de comprar algo, está claro cuál es su precio. Solo tenemos que ir a la tienda y echar un vistazo a su precio de venta al público. Si lo que queremos es comprar un piso, bien sea para vivir en él, o como inversión inmobiliaria, basta con ver los precios que ofrece el vendedor en una oficina inmobiliaria física o por internet. Lo mismo ocurre si quieres invertir en acciones de empresas o en fondos de inversión. Cada acción o fondo de inversión tienen un precio que es público. Todo tiene un precio, está claro. Pero ya sabes que a veces determinadas cosas nos parecen muy caras, para el disfrute o uso que le vas a dar; y en otras ocasiones el precio te parece barato ya que ves una gran oportunidad de comprar algo muy valioso por poco dinero.
La diferencia que hay entre el precio de las cosas y su valor, en muchas ocasiones no es significativa, y el precio puede estar muy ajustado a su valor real o uso/disfrute que te va a proporcionar. Todos intentamos comprar cosas buenas (de un gran valor) pero lo más baratas que se pueda (pagar la menor cantidad de dinero). Si consigues detectar que el precio es inferior a su valor, habrás encontrado una buena compra. El problema de saber si realmente algo está barato o caro, no consiste en ver su precio y su evolución, lo cual es algo fácil de saber (es público), sino que el verdadero problema es averiguar su valor real. Continuar leyendo «Valorar y elegir tus inversiones: la clave del éxito»